Triste,
como ciertas tardes de noviembre,
con llovizna persistente
Yo te vi pasar
Mécía
El otoño una pena absurda,
Como del viento una burla
Que se abriga en mi
No conocí mal mi desazón,
El llanto de tu corazón
Que completaba un café;
Te busque sin desconsuelo
Y así en el bardo perdí,
Cual compadrito enredado
La vida entera en un duelo
Y hoy andas toda serena,
No sé si mi alma te busca,
O se te antoja un recuerdo
Para amurarla en tí
De igual manera te sigo
Como en esas tardes de enero,
Cuando no ardía en el cielo
La llama artera, tu adíos
No conocí mal mi desazón,
El llanto de un corazón
Que completaba un café;
Te busqué sin desconsuelo
Y así en el bardo perdí,
Cual compadrito enredado
La vida entera en un duelo.
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