Añadir leyenda |
esto estuvo demasiado en nosotros. Hablando y hablando sin cesar en el patio de las fiestas y las caricias. ¿Como haría para acariciar tus besos en un bar de esta ciudad mientras corro en la selva huyendo de la fiera que persigo? Aqui nunca nos encontraremos en un tiroteo, siempre estaremos hablando. Aqui las vidas no son fáciles o difíciles: son del todo imposibles. El deseo interruptus del impulso.
La peste emocional tiene que haber estallado. Me niego a aceptar que esto pueda ser considerado vida humana. Encerrados tras la puerta, amarrados por lo propio, manteniendo siempre limpia la cucha de las preocupaciones, con un salvavidas puesto, pero lejos del mar
Aqui, en esta ciudad, yacen los restos de todos nosotros. Que en paz sueñen que viven.
Pero los barcos y los trenes y los líos y las fugas y los viajes pasan todos los meses de ese día por cualquier ventana despierta a la hora en que el corazón ha quemado ya sus últimas maderas secas.
Lo saben los niños que nunca duermen ni crecen y lo saben quienes flotan sobre las telarañas y los pantanos donde estan atrapados estos malditos días que son como nada.
No sé donde queda, pero la brújula perdida te seguirá conduciendo entre trampas y enemigos. No sé donde queda, pero más allá de este mundo que sabemos que hay está ese raro mundo que no sabemos que hay. Te irás y tu silla quedará vacía.
Recordarán ese lugar, pero luego ese lugar será ocupado y tu imagen se perderá. Quedará libre. Entonces, recien entonces, nos fumaremos el mejor cigarro de todos estos años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario