Charla con ISABEL BASUALDO, madre de Martín, un pibe desaparecido:
“LOS CHICOS SABEN SUS DERECHOS, PERO QUE LA POLICIA TE LLEVA, TE LLEVA”
Isabel Basualdo tiene 57 años, ojos cansados y una voz pequeña que nunca calló reclamando justicia por su hijo Martín y su amigo Héctor Gómez, dos jóvenes desaparecidos en “democracia” un 16 de Junio de hace casi 13 años.
Desde un primer momento todas las sospechas estuvieron orientadas hacia integrantes de la Policía de Entre Ríos pero la causa, archivada este año, cayó en manos del ex juez Héctor Toloy (muy amigo de muchos integrantes de la fuerza) quien resolvió no aceptar el pedido de Habeas Corpus enviando a los familiares a realizar la denuncia a la Comisaría quinta, la misma que Martín Basualdo había denunciado en varias oportunidades por apremios ilegales , identificando al oficial Claudio Mendieta como el responsable de las golpizas sufridas. Trece años después la causa continúa impune.
Con Martín no he tenido ninguna novedad. No, eso ya está olvidado. Y menos ahora. Yo ya he perdido un poco las esperanzas. Van a hacer 13 años y nada. Es feo no saber. Yo digo que no lo quisieron encontrar.
Y bueno, primero fuimos nosotros, luego el chico Gorosito en Bajada Grande que también quedó en la nada. Al final al policía lo largaron y al muchacho que era testigo después lo metieron preso (le armaron una causa). Con Martín pasó lo mismo. También este hombre Abib. Si uno va a Tribunales a hacer una denuncia más lo que pierde tiempo uno. Después todo queda en la nada. “Falta de mérito” que ni siquiera le explican que quiere decir eso. Algunos policías ni se enteran que uno los denunció porque nunca lo citan.
Si habremos pasado cosas nosotros – dice con tristeza - y encima siguen los mismos policías nomás. Y entonces uno no sabe si denunciar porque uno no puede hacer nada. Y la justicia igual.
La casa es modesta como todas las que habitan el Mosconi 2. Afuera se escucha el ladrido de los perros. Isabel apaga el televisor y continua hablando de las injusticias que ve y sufre a diario.
Algunos chicos conocen sus derechos pero igual en la comisaría no se los respetan. Saben que no se puede meter la policía en la casa. Saben que no tienen que pegarles pero no se libran del atropello y los golpes.
Ellos están en una esquina y los “buscan”, le vuelcan el vino. Muchos de esos jóvenes no tienen trabajo y lo más barato para tomar es un vino, con las consecuencias que trae. Eso lo he vivido en carne propia con mi hijo, conozco de las secuelas que trae para él y su familia.
Los policías, si ven gurises en la esquina, los buscan para que reaccionen. Les dicen: “negro de mierda”. Los gurises le tienen miedo, bronca y cuando ven a un policía “disparan” y ellos los corren. “¿Por qué disparan?”, dicen. Porque saben que los van a alzar y les van a pegar o meterles cualquier cosa con tal de llevarlos. A la comisaría quinta, por ebriedad o lo que sea. Y uno va y denuncia, pero en tribunales no pasa nada. Nunca he visto que a un policía, por lo menos, le llamen la atención para que no cometan atropellos.
Y a veces uno se mete y la liga también. Quedas como marcado.
Una señora de allá arriba salió a defender a un pibe. Lo fue a retirar a la comisaría del menor porque ese chico no tiene a nadie. Después la citaron y le preguntaron porque había retirado a ese chico, le dijeron que era la primera y última vez que iba a poder retirarlo porque si caía de vuelta lo llevarían al penal. Porque sí nomás. No había hecho más que andar de vago, emborracharse y, usted no va a creer que la llevaron a Antecedentes donde le marcaron los dedos y le sacaron fotos. Después dicen que la citó el Jefe de Policía. Yo le digo; “Doña ¿cómo no me dijo nada? Yo la hubiera acompañado”. Me contestó que no quería que se enteren sus hijas porque la llevaron como si fuera un delincuente.
¿Alguna vez te pasó algo así?
Sí, a mi también me llevaron a Antecedentes. De esta esquina me agarran de los pelos porque salí a defender a un pibe. En la comisaría me pegaron algunas patadas y me insultaban. Me decían: “Deja de joder con el pelotudo de Iparraguirre”. Yo empecé a gritar y pedí el teléfono para avisar que estaba allí. Me dijeron: “Al teléfono no lo prestamos” Me esposaron. “Yo salí en defensa de alguien a quien le pegaban-les dije- porque pueden detenerlo pero no tienen porque pegarle”.
Lo hacen para que no te metas. Le decían a otros gurises: “si te juntas con aquellos sos delincuente igual que ellos”. Así te van aislando. La misma gente te va discriminando porque sos “la madre de…” o porque defendes a “aquellos”. La misma policía es la que fomenta eso.
Hay momentos en que te sentís sola. Te pasa algo y nadie te defiende. La señora quedó muy asustada. Después de eso le han hecho allanamientos buscando armas.
¿Cómo ves a los jóvenes acá en Mosconi?
En el barrio no hay trabajo, menos para los jóvenes. No hay nada. Ni lugares de diversión ni de deportes. Y sigue pasando eso de no dejar pasar los pibes al centro de la ciudad. A veces ven a los gurises del barrio y les dicen: “Acá no te queremos ver, si pasamos de vuelta y estás acá te alzamos”. Ellos no pueden andar por el centro porque para ellos es que están robando.
Yo tengo mi mamá en Viale y mi hijo se había sacado unas fotos delante de un chalet y una casa muy linda. Lo paró la policía, le revisó el bolso y tenía las fotos. Uno dijo: “Mira, seguro que este está haciendo inteligencia para después venir a robar” Y ahora no quiere ir más para la casa de la abuela.
A algunos pibes que se drogan les digo: “¿Pero ustedes no se dan cuenta de que les hace mal? “Sí, doña, pero nosotros no tenemos nada, estamos jugados” Jugados es la palabra de ellos para decir que ya nada les interesa, que no tienen nada. Si roban o se drogan, ellos ya están jugados. No tienen otra opción, no tienen nada. Encima los discriminan, los dejan a un costado, no les quieren dar trabajo por miedo a que les roben, los van aislando hasta que quedan solos en su circulo: “los borrachos”, “los que roban”, “los que se drogan”. Los aíslan por grupo.
Dicen que los chicos tienen derechos - exclama Isabel con una mueca- Los chicos sabe sus derechos pero que te lleva la policía, te lleva. ¿Qué derechos?- se pregunta.
Después cuenta que nadie dijo nada cuando se la llevaron.
“Acá algunos pagan a la comisaría. Andaban casa por casa cobrando, a ver quienes apoyan a la policía. Con esa plata la comisión compro una hermosa moto. Se fue el comisario y la moto desapareció. ¡Ahí están los amigos que tanto se preocuparon! Siempre el mismo verso: que no tienen patrulleros, que no tienen linternas, que esto, que aquello”.
Para la mamá de Martín, en el barrio Maccarone (donde vive uno de sus hijos) son más unidos. Y si a alguien le pasa algo están todos. “Acá no. Te pueden estar matando que están mirando como te llevan.
La policía busca aislarte- repite Isabel- nosotros debemos ser más solidarios. Y, cuando la policía se lleva algún pibe, tenemos que juntarnos vecinos, familiares y amigos e ir a la comisaría para que ese pibe chico sepa que no está solo.
“LOS CHICOS SABEN SUS DERECHOS, PERO QUE LA POLICIA TE LLEVA, TE LLEVA”
Isabel Basualdo tiene 57 años, ojos cansados y una voz pequeña que nunca calló reclamando justicia por su hijo Martín y su amigo Héctor Gómez, dos jóvenes desaparecidos en “democracia” un 16 de Junio de hace casi 13 años.
Desde un primer momento todas las sospechas estuvieron orientadas hacia integrantes de la Policía de Entre Ríos pero la causa, archivada este año, cayó en manos del ex juez Héctor Toloy (muy amigo de muchos integrantes de la fuerza) quien resolvió no aceptar el pedido de Habeas Corpus enviando a los familiares a realizar la denuncia a la Comisaría quinta, la misma que Martín Basualdo había denunciado en varias oportunidades por apremios ilegales , identificando al oficial Claudio Mendieta como el responsable de las golpizas sufridas. Trece años después la causa continúa impune.
Con Martín no he tenido ninguna novedad. No, eso ya está olvidado. Y menos ahora. Yo ya he perdido un poco las esperanzas. Van a hacer 13 años y nada. Es feo no saber. Yo digo que no lo quisieron encontrar.
Y bueno, primero fuimos nosotros, luego el chico Gorosito en Bajada Grande que también quedó en la nada. Al final al policía lo largaron y al muchacho que era testigo después lo metieron preso (le armaron una causa). Con Martín pasó lo mismo. También este hombre Abib. Si uno va a Tribunales a hacer una denuncia más lo que pierde tiempo uno. Después todo queda en la nada. “Falta de mérito” que ni siquiera le explican que quiere decir eso. Algunos policías ni se enteran que uno los denunció porque nunca lo citan.
Si habremos pasado cosas nosotros – dice con tristeza - y encima siguen los mismos policías nomás. Y entonces uno no sabe si denunciar porque uno no puede hacer nada. Y la justicia igual.
La casa es modesta como todas las que habitan el Mosconi 2. Afuera se escucha el ladrido de los perros. Isabel apaga el televisor y continua hablando de las injusticias que ve y sufre a diario.
Algunos chicos conocen sus derechos pero igual en la comisaría no se los respetan. Saben que no se puede meter la policía en la casa. Saben que no tienen que pegarles pero no se libran del atropello y los golpes.
Ellos están en una esquina y los “buscan”, le vuelcan el vino. Muchos de esos jóvenes no tienen trabajo y lo más barato para tomar es un vino, con las consecuencias que trae. Eso lo he vivido en carne propia con mi hijo, conozco de las secuelas que trae para él y su familia.
Los policías, si ven gurises en la esquina, los buscan para que reaccionen. Les dicen: “negro de mierda”. Los gurises le tienen miedo, bronca y cuando ven a un policía “disparan” y ellos los corren. “¿Por qué disparan?”, dicen. Porque saben que los van a alzar y les van a pegar o meterles cualquier cosa con tal de llevarlos. A la comisaría quinta, por ebriedad o lo que sea. Y uno va y denuncia, pero en tribunales no pasa nada. Nunca he visto que a un policía, por lo menos, le llamen la atención para que no cometan atropellos.
Y a veces uno se mete y la liga también. Quedas como marcado.
Una señora de allá arriba salió a defender a un pibe. Lo fue a retirar a la comisaría del menor porque ese chico no tiene a nadie. Después la citaron y le preguntaron porque había retirado a ese chico, le dijeron que era la primera y última vez que iba a poder retirarlo porque si caía de vuelta lo llevarían al penal. Porque sí nomás. No había hecho más que andar de vago, emborracharse y, usted no va a creer que la llevaron a Antecedentes donde le marcaron los dedos y le sacaron fotos. Después dicen que la citó el Jefe de Policía. Yo le digo; “Doña ¿cómo no me dijo nada? Yo la hubiera acompañado”. Me contestó que no quería que se enteren sus hijas porque la llevaron como si fuera un delincuente.
¿Alguna vez te pasó algo así?
Sí, a mi también me llevaron a Antecedentes. De esta esquina me agarran de los pelos porque salí a defender a un pibe. En la comisaría me pegaron algunas patadas y me insultaban. Me decían: “Deja de joder con el pelotudo de Iparraguirre”. Yo empecé a gritar y pedí el teléfono para avisar que estaba allí. Me dijeron: “Al teléfono no lo prestamos” Me esposaron. “Yo salí en defensa de alguien a quien le pegaban-les dije- porque pueden detenerlo pero no tienen porque pegarle”.
Lo hacen para que no te metas. Le decían a otros gurises: “si te juntas con aquellos sos delincuente igual que ellos”. Así te van aislando. La misma gente te va discriminando porque sos “la madre de…” o porque defendes a “aquellos”. La misma policía es la que fomenta eso.
Hay momentos en que te sentís sola. Te pasa algo y nadie te defiende. La señora quedó muy asustada. Después de eso le han hecho allanamientos buscando armas.
¿Cómo ves a los jóvenes acá en Mosconi?
En el barrio no hay trabajo, menos para los jóvenes. No hay nada. Ni lugares de diversión ni de deportes. Y sigue pasando eso de no dejar pasar los pibes al centro de la ciudad. A veces ven a los gurises del barrio y les dicen: “Acá no te queremos ver, si pasamos de vuelta y estás acá te alzamos”. Ellos no pueden andar por el centro porque para ellos es que están robando.
Yo tengo mi mamá en Viale y mi hijo se había sacado unas fotos delante de un chalet y una casa muy linda. Lo paró la policía, le revisó el bolso y tenía las fotos. Uno dijo: “Mira, seguro que este está haciendo inteligencia para después venir a robar” Y ahora no quiere ir más para la casa de la abuela.
A algunos pibes que se drogan les digo: “¿Pero ustedes no se dan cuenta de que les hace mal? “Sí, doña, pero nosotros no tenemos nada, estamos jugados” Jugados es la palabra de ellos para decir que ya nada les interesa, que no tienen nada. Si roban o se drogan, ellos ya están jugados. No tienen otra opción, no tienen nada. Encima los discriminan, los dejan a un costado, no les quieren dar trabajo por miedo a que les roben, los van aislando hasta que quedan solos en su circulo: “los borrachos”, “los que roban”, “los que se drogan”. Los aíslan por grupo.
Dicen que los chicos tienen derechos - exclama Isabel con una mueca- Los chicos sabe sus derechos pero que te lleva la policía, te lleva. ¿Qué derechos?- se pregunta.
Después cuenta que nadie dijo nada cuando se la llevaron.
“Acá algunos pagan a la comisaría. Andaban casa por casa cobrando, a ver quienes apoyan a la policía. Con esa plata la comisión compro una hermosa moto. Se fue el comisario y la moto desapareció. ¡Ahí están los amigos que tanto se preocuparon! Siempre el mismo verso: que no tienen patrulleros, que no tienen linternas, que esto, que aquello”.
Para la mamá de Martín, en el barrio Maccarone (donde vive uno de sus hijos) son más unidos. Y si a alguien le pasa algo están todos. “Acá no. Te pueden estar matando que están mirando como te llevan.
La policía busca aislarte- repite Isabel- nosotros debemos ser más solidarios. Y, cuando la policía se lleva algún pibe, tenemos que juntarnos vecinos, familiares y amigos e ir a la comisaría para que ese pibe chico sepa que no está solo.
Nota Completa en EL COLECTIVO Nº 14 (Salimos la próxima semana)
Muerte a la yuta puta.
ResponderBorrarKARLOS
Yuta, yuta, yuta...Yuta hija de puta (a ese cantico lo escuche en un programa de radio un dia que estaba muy al pedo pero se me prendio).
ResponderBorrarLEO