Cuando parece que para la tranquilidad
Necesitas estar dos metros bajo tierra
Y no se puede hacer nada sin pensar
La fiebre te sube a la cabeza
La venganza del mañana
Se revuelve en tu estómago hoy
Y realmente está olvidado lo que se debe hacer
Ver una habitación llena de sombras y sin almas
Y sentir mucho frío aceitado a tu piel
Pidiendo respirar en los poros obstruidos de malicia
Hundiendo tu oasis en un cataclismo mental
El submundo de los gritos no oídos
El piso hundiéndose bajo tus pies
Y nadie se percata porque están demasiado bien ubicados
En el aquí y ahora no hay más allá
Las paredes salpicadas de sangre en vez de sudor
Y el interior comentando sobre el tamaño de su impertinencia
Voces que claman sobre lo bello pero nunca gritan verdad
Y se sonríen frente a un espejo roto
No sé saber lo que escribí ayer
Las hojas eran demasiado pesadas para que se las lleve el viento
El estupor se convirtió en el fondo de un cenicero
Las semillas eran cenizas de placer
El sol no era para ella ni para nadie
La luz artificial se volvió en su ambiente natural
Y las criaturas más vivas eran pisapapeles
Fingiendo no escuchar lo nunca dicho
Cortinas del cuarto infinito de su historia
Flamean bajo el impulso de un susurro
Desbaratarse cuando se es una caja hueca
Es lo más saludable para hacer
Ni los cómos ni los porqué, ni las preguntas sinceras
Ni el hoy ni el ayer, ni el futuro para él,
Solo el mañana
J.G (JESSICA)
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