4. Demasiado Terrible.
Es demasiado terrible pensar en que nos podemos convertir (¿o es que ya lo somos?): desecho.
Formar la fila de los disciplinados de mañana, los libres de ayer, “tomar distancia” de un tiempo que se desvaneció entre los recuerdos, entre las neuronas y esa parte que “almacena” nuestro espíritu (geist).
Comienza a ser un poco tolerable la idea, y el hecho de ser desecho.
Depositados en un lugar donde la fuerza de la historia genera productos (de los que hacen la historia: los ganadores y a los perdedores ¿para que nombrarlos?). Depositados donde el esfuerzo se mide por el grado de “exitocidad”…
o excentricidad,
colgarse de la electricidad
y ver caer el sistema … de antenas que nos “interconectan”… y los gordos nos penetran ganando monedas… allá en las Twin Towers… ¿o las derrumbaron?.
A veces vivo en una nube de pedo y no me entero de los sucesos… como los floggers que ponen en cuestión un orden social establecido y no se dan cuenta: me comunico con los muertos o te mando un mensaje de texto?
Es terrible: tomar una tabla y enumerar lo que queremos leer… escuchar o cantar… una debacle sin precedentes donde la tierra, el agua, el aire y la sangre se contaminan de rarezas… tal vez mañana se reflexione de otras formas y se diga sobre la purificación… y aparezca un emo nazi.
Locos y locas: yo creo (hasta que deje de creerlo) que los emos son lo que en su momento fueron los hippies: muestran una exacerbada sensibilidad que como fenómeno social que es algo está diciendonos, y como contracara a ésto están los otros-fenómenos-social que les responden con violencia, tratando de eliminarlos del panorama. Y sobre lo que son éstos grupos, supongo que habrá gentes instruidas que sabbrán describirlo mejor.
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