sábado, 21 de noviembre de 2009
viernes, 13 de noviembre de 2009
Otro punto de vista acerca del capitalismo
Muy, pero muy pocos me dan garantía como para no hablar del dinero como prioridad, así que ya en algún otro momentote referiré oportunamente al estrato de los militares (las milicias- y todas sus derivaciones policíacas- en esta posmodernidad del Estado del S.XXI no constituyen ni una especie particular de hombre, ni una casta o herencia tradicional tradicionalista, ni una clase o idiosincrasia referencial de comodidades materiales) si no una psiconoia (intencionalidad dialógica de la internalidad promovida por factores psicosociales, que todavía no llegan a ser una patología, pero que se aproxima bastante) generada claro, como casi todo, por el factor económico, cada vez mas empobrecedor , empobrecíente de la exuberancia de forma humana… En algún otro momento ya me persuadiré de la existencia engañosa de estos traidores, al menos, de las necesidades vitales del pueblo argentino, de la gente mas humilde e inocente que quedo atrapada bajo las fronteras de la nación por aquella época, ¡y dentro de sus limites conceptuales en la actualidad!; pero ahora ya es hora de publicar estas nuevas nociones que van en contra del dinero como estado embriagador, de la posesión del vil metal como única medida altura: y lo mas lamentable es que talvez esta ilusa medida de valor dentro de no mucho llegará a establecer un criterio de validación cultural, por lo que toda posibilidad de inventiva liberadora también quedará sustraída al valor de uso inmediato, por lo que es muy factible que dicha posibilidad siempre se diluya ante la presión que los jóvenes inmaduros sienten por “o redituable” ( la juventud inmadura de mi generación incluso pudo sustraerse a esta estupidez, a esta verdadera trampa) ¿Ustedes entienden algo de lo que estoy planteando, o ya están anulados?
La embriaguez del dinero –la inexacta embriaguez que suscite la inabarcable disposición del dinero y su prosecución – la embriagues del dinero anula toda dialéctica cultural, que es lo que hasta mi llega con mas fuerza, y anula hasta las conceptualizaciones que van y vienen entre los amos y los esclavos (para decirlo en términos hegelianos) por lo que se paraliza así misma, por lo que ha de esperarse importantes nefastas consecuencias para la historia del futuro: ¿Qué sucede con una promesa de embriaguez que no embriaga, con una fuente de placer que no gravita sobre la descarga hormonal? ¿Pueden ustedes al menos esbozar una respuesta, o ya están fuera de combate? Porque yo sigo “me doy el lujo” de pensar que la disposición de grandes masas de dinero es el fenómeno que inaugura una nueva irresponsabilidad jurídica frente al otro: por el dinero, al desaparecer la paradigmática figura referencial a un líder, a un padre, o a un mismísimo propietario para no citar las desaparecidas figuras del rey, o del tradicionalista jefe…en una palabra, por desaparecer la figura del domeñador de la existencia y en su lugar la aparición del adicto artificioso a la guita, solo resta ese patente desperdicio que hoy prospera, la execrable figurilla del explotador vil, del aprovechador de las corrientes de “lo favorable” (del que ustedes seguro ya están viciados)… (Continuará). Autor: Erwin Galliussi.
La embriaguez del dinero –la inexacta embriaguez que suscite la inabarcable disposición del dinero y su prosecución – la embriagues del dinero anula toda dialéctica cultural, que es lo que hasta mi llega con mas fuerza, y anula hasta las conceptualizaciones que van y vienen entre los amos y los esclavos (para decirlo en términos hegelianos) por lo que se paraliza así misma, por lo que ha de esperarse importantes nefastas consecuencias para la historia del futuro: ¿Qué sucede con una promesa de embriaguez que no embriaga, con una fuente de placer que no gravita sobre la descarga hormonal? ¿Pueden ustedes al menos esbozar una respuesta, o ya están fuera de combate? Porque yo sigo “me doy el lujo” de pensar que la disposición de grandes masas de dinero es el fenómeno que inaugura una nueva irresponsabilidad jurídica frente al otro: por el dinero, al desaparecer la paradigmática figura referencial a un líder, a un padre, o a un mismísimo propietario para no citar las desaparecidas figuras del rey, o del tradicionalista jefe…en una palabra, por desaparecer la figura del domeñador de la existencia y en su lugar la aparición del adicto artificioso a la guita, solo resta ese patente desperdicio que hoy prospera, la execrable figurilla del explotador vil, del aprovechador de las corrientes de “lo favorable” (del que ustedes seguro ya están viciados)… (Continuará). Autor: Erwin Galliussi.
jueves, 12 de noviembre de 2009
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