Yo voy a hacer jugar a esa noción del modo siguiente (y ésto es lo propio, lo original) A ver... : Supongamos que yo cambié por dentro (lo que despues me llevará a cambiar por fuera) y que la persona con la que me saludo habitualmente no lo sabe, o no lo sospecha. Aclaremos aquí que "yo" puede ser uno u otro. Bueno: es apariencia ése saludo; porque: ¿Qué sabe él si yo ya no respondo de la misma manera que tácitamente fué "pactado" el saludarse?
¿Y si Dios también es la inteligencia, Nóesis? Entonces todo lo que estimule la inteligencia, es cosa de Dios, está bendecido, aprobado por Dios.
Pero todo es ese todo que incluye también a "las drogas"; "Dios se droga, Dios es un falopero hoy", dicen "los diablos" conscientes de sí.
El vino, para mi, y casi seguramente para Jesús de Nazareth, tiene más un caracter vomitivo, purificador, que estimulante, poderoso. A mi entender, sólo en los purificados (no es de los puros, que no lo pueden beber, tolerar) adquiere el caracter de poderoso.
En los que son cualquiera, en los hecho-pelotas, degenerados-degenerantes (los sólo degenerados son otra cosa), en los confíados-por-haberselá-creído... bueno, en todos esos, el vino que ingirieron, debe hacerles vomitar. De ahí que Jesús halla trastocado el agua en vino (ya que para los puros el agua tiene el poder del vino en los impuros, manchados con un sólo pecado que ya basta para tal condición (yo tengo la mancha de mis pecados, de mi "viveza", en la parte posterior de mi pierna derecha, cerca del glúteo).
El éxito de Platón se dió allí dónde imperaba la ignorancia. El de Borges, en dónde impera la pobreza total, incluída la de nivel; la ignorancia como virtud; la corrupción radical-peronista, los militares "hijosdeputa". En las épocas de bronce y hierro, según Hesíodo.
Hay que hacer la aclaración correspondiente: nosotros somos pensadores, filósofos, un fenómeno poco frecuente en casi todos los pueblos y culturas, ya que no ocupamos espacioes de exaltación egoísta del poder; ni avalamos lo dominante o imperante político-económicamente, hecho de grandes simplificaciones encubrimientos y engaños, y falta de auténticos estímulos a lo que es de mejor jerarquía natural que los usufructadores.
Por eso ¡Ojo con los teólogos!; ¡Ojo con los que se dicen justos!; ¡Ojo con todo el mundo!, en realidad.
Por más que nos traicione lo inconsciente, en los pensadores habita el ideal de la independencia y no-conveniencia-personal. Ni de grupo distinguido con nombre y apellido en sus integrantes. Nos interesa, nos mueve, lo que se está siendo, la forma de ser o manera de tratar a todo, la obra que se está realizando, no la posición social; la sinceridad en la mirada, la amabilidad, el estar dispuesto a servir cuándo intuímos o sabemos de una obra superior. En una palabra nos interesa el respeto íntegro, sabio.
Podríamos tranquilamente sacar ventaja, sometiendo o postergando a otros, en el plano que sea, de nuestra situación. Y sin embargo pasan de largo esos posibles saqueos.
Todos los seres humanos tienen en sí el talento necesario como para autogenerarse la riqueza de su ser. Con sólo paciencia, elaboración, corazón y huída de lo contrario a ésto, es muy factible la riqueza.
Erwin Galliusi
DIOS ES FALOPA PURA (FRASE DE LA JOSE)...¡ENTONCES LOS CRISTIANOS SON UNOS DROGONES BARBAROS!...QUE LOS PARIO A ESTOS HIPOCRITAS LEO RAMONE
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